martes, 25 de junio de 2013

EL SENDERO


La vida es como un sendero.
Un sendero con su principio y su final.
Un sendero que caminas unas veces despacito y otras a toda velocidad.
Un sendero que hacia delante siempre debes andar pues es muy peligroso si hacia atrás vas.
A lo largo del sendero con todo tipo de personas te encontrarás.
Muchos elogios escucharás y amistad eterna te prometerán.
Todo mentira será, el día que no les intereses fácilmente te ignorarán.
Pero en ese caminar también encontrarás alguno que siempre te diga la verdad, sus palabras no siempre serán elogios, a veces te molestarán pero siempre sinceras serán porque él de verdad te querrá.
Cuando te topes con alguien así, no lo dejes escapar, igual un amor tan sincero no vuelvas a encontrar.
                                         
                                              m


martes, 11 de junio de 2013

APRENDÍ

                                                       

Que la distancia puede causar nostalgia, pero nunca un olvido.

De una forma positiva  aprendí, que no importa lo que suceda o lo ruin que parezca el día de hoy, la vida continúa y mañana saldrá el sol.

Aprendí que se puede conocer bien a una persona, por la forma en que reacciona ante tres cosas: Un día lluvioso, un equipaje perdido y los haces de luz  de un árbol de Navidad que se entrelazan.

Aprendí que no importa el tipo de relación que tengas con tus padres, sentirás su falta cuando ellos no estén.

Aprendí que saber ganar en la vida no es lo mismo que saber vivirla.

Aprendí que la vida, a veces, nos da una segunda oportunidad.

Aprendí que vivir no es sólo recibir, también es dar.

Aprendí que si buscas la felicidad,  te ilusionas pero si centras la atención en la familia, en la pareja, en los amigos, en las necesidades de los demás, en el trabajo y en intentar hacerlo todo mejor, la felicidad te encontrará a ti.

Aprendí que siempre que decido algo con el corazón abierto, generalmente acierto.

Aprendí que cuando siento dolor, no necesito ser yo un dolor para los demás.

Aprendí que diariamente necesito llegar y hablar con alguien.

Aprendí que  todos necesitamos un toque humano, sentir una mano amiga, recibir un abrazo afectuoso o simplemente una palmada amistosa en la espalda.

Aprendí que aún tengo mucho que aprender.

Aprendí que las personas se olvidarán de lo que dijiste, olvidarán lo que hiciste, pero nunca olvidarán cómo las trataste.

Aprendí que la mentira nunca es buena, mata y envenena.

Por ello reflexioné, y aprendí que nuestra vida pasa muy rápido, algunas más que otras, más difíciles o más fáciles pero siempre debemos aprovecharla.

Recuerden, hoy es el día de mañana que tanto les preocupaba ayer.

                                                             m