En
las noches largas y oscuras,
siempre encuentro consuelo,
entre estas palabras
siempre encuentro consuelo,
entre estas palabras
EL
SEÑOR ES MI PASTOR, NADA ME FALTA
Aunque
camine por cañadas oscuras,
nada
temo, porque Tú vas conmigo
El
Señor es mi pastor, nada me falta:
en
verdes praderas me hace recostar;
me
conduce hacia fuentes tranquilas
y
repara mis fuerzas.
Me
guía por el sendero justo,
por
el honor de su Nombre.
Aunque
camine por cañadas oscuras,
nada
temo, porque Tú vas conmigo:
tu
vara y tu cayado me sosiegan.
Preparas
una mesa ante mí,
enfrente
de mis enemigos;
me
unges la cabeza con perfume,
y
mi copa rebosa.
Tu
bondad y tu misericordia me acompañan
todos
los días de mi vida,
y
habitaré en la casa del Señor
por
años sin término.
Y
al amanecer,
siempre me embarga,
siempre me embarga,
un soplo de esperanza
m
8 comentarios:
Un Salmo que inspira y llena el alma.
Un abrazo.
Amén ...
Estás en buenas manos, las mejores.
Un abrazo.
Me uno a esta preciosa oración que nos llena de paz.Besicos
Muchas gracias mis queridos amigos por visitarme y dejar vuestra huella.
Un beso
Esta compañía no nos debe de faltar nunca, pues El Pasto siempre cuida de su rebaño.
Un abrazo Maribel
Es el mejor compañero en el camino de la vida.
Que Dios te bendiga.
Nada nos falta teniendole a el...en este viaje a veces tan duro.. besitos
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